Se comprobó que Milani no puede justificar su patrimonio

FORMULA DENUNCIA

Señor Juez Federal:

María Graciela Ocaña, en mi calidad de diputada nacional, con domicilio en  Riobamba 25, piso 6º, Ofic. “726”, me presento ante V. S. y digo:

I.-

I.- Objeto

                 1.- Vengo a promoveresta denuncia a fin que se practique una investigación tendiente a determinar si los hechos que seguidamente relataré, importan la posible comisión de los delitos de violación de los deberes de funcionario público –art. 248 C.P.-, enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos –art. 268.1 C.P.-, falsedad u omisión en las declaraciones juradas patrimoniales que deben presentar los funcionarios públicos –art. 268.3 C.P.-, o el que en definitiva resulte aplicable de acuerdo a los resultados de la pesquisa que peticiono.

II.- Antecedentes útiles

                                   2.- Es de público conocimiento que la Sra. Presidente de la Nación designó el pasado 27 de junio al general César Milani como Comandante en Jefe del Ejército, y con independencia de las fundadas sospechas que se han planteado sobre su participación como presunto represor durante la última dictadura, en los últimos días también han sido conocidos hechos que podrían involucrarlo en actos de corrupción, todo lo cual amerita un urgente investigación, pues el Poder Ejecutivo ya habría remitido o estaría por remitir al Honorable Senado de la Nación el pliego para considerar su ascenso a teniente coronel, y va de suyo que si la condición básica que establece la Constitución Nacional para ocupar un empleo es la idoneidad, no parece poseerla quien llamado a ocupar el más alto cargo del Ejército Argentino, puede haber falseado u omitido consignar datos fundamentales vinculados a su patrimonio en las declaraciones juradas que está obligado a presentar.  Y mucho menos se podría alegar que es un funcionario público idóneo, quien se habría enriquecido ilícitamente en su paso por empleos estatales.

III.- Hechos relevantes

                                               Sintéticamente, el general Milani habría  presentado dos declaraciones anuales juradas integrales de su patrimonio, previstas en el art. 4º de la Ley 25.188, correspondientes a los ejercicios de los años 2010 y 2011, y en ambas se verificarían graves omisiones e inconsistencias, que planteas serias dudas sobre el carácter verdadero de ambos documentos.

En efecto, el propio Milani reconoce en su primera declaración cuya copia ahora acompaño, que la única fuente de sus ingresos, desde que forma parte del Ejército Argentino (año 1973) son los sueldos que ha percibido por desempeñar distintos cargos en la fuerza, y que en ese período han alcanzado la suma de $168.938. Asimismo, también admite que el día 10/06/2010 adquirió un inmueble en la localidad de San Isidro, Pcia. de Buenos Aires, valuado (según él) en $1.500.000.

Sin embargo, de su declaración no surgiría de que modo pudo pagar esa cifra, ya que aun suponiendo que hubiese destinado todos sus ingresos anuales ($168.938), más dos aparentes préstamos tomados al Banco Nación y al IAF por un monto similar ($166.350), más sus ahorros en moneda nacional ($47.852) y en dólares americanos (U$S 4177), estaríamos en una cifra cercana a los $400.000, bastante inferior al millón y medio que jura haber pagado.

Tampoco le hubiese alcanzado sumando los $800.000 que dice haber recibido por la venta de un inmueble en el Barrio de Belgrano de la CABA, aunque este dinero lógicamente no se podría  computar como aplicado a la compra de la casa de San Isidro, pues fue recibido (siempre según la manifestación jurada de Milani) cinco meses después de aquella adquisición (16/11/2010).

Esta grosera incongruencia en la compra del inmueble habría motivado que la Oficina Anticorrupción le requiriera una “aclaración” sobre el origen de los fondos supuestamente aplicados, y por escrito Milani habría aportado más datos que en lugar de aclarar, oscurecen su situación.

                                      Así, su explicación habría consistido en reconocer que: 1) en la declaración jurada patrimonial integral del año anterior (2009), había incorporado ahorros en dólares, depósitos a plazo fijo en dólares y tenencia de efectivo en dólares por casi 67 mil unidades de dicha moneda; 2) a lo que debía sumarse otros $62.000 de dinero en efectivo; 3) a lo que debía sumarse otros aproximadamente U$S 33.000 omitidos en esa declaración del año 2009; 4) obtuvo “préstamos” (no se sabe de quien) por aproximadamente $183.000; 5) recibió otro préstamo personal de su hermano por $32.500; 6) fue beneficiado con un último préstamo de “un amigo personal” (al cual no identificó), por $30.000.

Y también habría manifestado que tenía una capacidad de ahorro mensual de $5000, con lo cual, en su versión, con $8000 o $9000 mantendría todos sus gastos, los de su mujer (ama de casa declarada que no aporta ingresos), sus hijos, su casa en San Isidro y un coche Honda Civic del año 1998….

Seguramente alertado de que con los $60.000 de sus ahorros tampoco se acercaba ni por asomo al millón y medio pagado por la casa, no tuvo mejor idea que ingresar en el túnel del tiempo y afirmar que los $800.000 recibidos en noviembre por la venta del departamento de Belgrano, los había usado en junio como parte de pago???

De ese requerimiento de la Oficina Anticorrupción que motivó la “aclaratoria” del general Milani, se podría deducir que no sólo la ciencia ficción está entre sus géneros preferidos: también la magia le daría satisfacción a su vida, pues fue interrogado por el motivo de la “ausencia”, en su declaración jurada, de un modesto automotor Honda Fit, que indudablemente tornó invisible para evitar incorporarlo a su patrimonio.

Claro que no le fue mejor con la declaración del año 2011.

Agregó a sus bienes U$S 60.000 en efectivo, que serían producto de la sucesión de su padre, lo que motivó que nuevamente el ojo de la Oficina Anticorrupción se posara sobre la afortunada manera de hacerse de la moneda estadounidense.

Su respuesta fue que se trataba de seis lotes de terreno ubicados en un barrio no muy agraciado, y que se quedó con el 100% de su valor, gracias (otra vez) a la generosidad de su hermano, que le cedió sus derechos hereditarios.

Lo grave del caso no es la sospecha de que esos terrenos no valen  lo que sostiene Milani, sino que otra vez se “olvidó” de declarar un automotor. En este caso,  se trata de un alfa romeo Mito modelo 2011 matrícula KCN 237 que estaría registrado a su nombre.

Y mas espeso se pone su cuadro cuando reconoce en ese mismo documento que sus ingresos anuales como miembro del Ejército fueron de $198.382. Pues si sostuvo su capacidad de ahorro en $5000 por mes, con 9 o 10 mil pesos le habría alcanzado para hacer frente al mantenimiento de todos sus bienes, más los lotes y terrenos recibidos por sucesión.

                                               He tenido acceso a la información enviada por el Poder Ejecutivo Nacional acompañando el pliego para el tratamiento del ascenso del General Milani por ante el Honorable Senado de la Nación. Entre la documentación acompañada, se incluían las declaraciones presentadas por Milani ante la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP).  Así, puede observarse realizando una simple operación aritmética -sumando los ingresos percibidos por salarios y descontando  créditos y deudas declaradas- que las cuentas del general no cierran.  

                                               La suma percibida por el Sr. Milani en concepto de salarios netos durante los últimos 10 años, arroja un total de pesos UN MILLON TRESCIENTOS VEINTISEIS MIL QUINIENTOS QUINCE ($ 1.326.515). Si a ello le detraemos: los créditos pagados para comprar su primer vivienda, las mejoras realizadas a la primer vivienda según su DDJJ, la compra de uno de sus automóviles en el año 2009 (Honda Fit) y la diferencia abonada para adquirir su actual vivienda en la Horqueta, Partido de San Isidro, deberíamos restar a la suma percibida por salarios, NOVECIENTOS SESENTA Y UN MIL PESOS ($ 961.00).

                                               El General Milani pretende hacernos creer, si esto fuera verdad, que ha mantenido, durante los últimos 10 años o 120 meses,  a su familia con TRESCIENTOS MIL PESOS ($ 300.000). Un ejemplo de frugalidad que haría sonrojar a los generales San Martín y Belgrano. 

                                               Como se puede apreciar, las cuentas al general Milani no le cierran por ningún lado.

No sería extraño, entonces, que haya recurrido al auxilio de testaferros, y en este rubro, familiares o amigos más cercanos se llevan las palmas.

El general Milani tiene tres hijos, y no deja de resultar tan extraño como sospechoso que los tres aparezcan conchabados por el Estado Nacional, en áreas donde su padre tiene o tuvo vínculos funcionales: los Ministerios de Defensa y Seguridad de la Nación.

Así, César Gerardo Del Corazón Milani,, registrado con CUIT o CUIL  20-431290368-8, de 28 años de edad, primero fue contratado en el Ministerio de de Seguridad, en el área Logística (que es aquella que interviene en las compras del organismo), y a partir de junio de este año 2013, habría sido incorporado a la planta permanente.

Por su parte, Ana Verónica del Carmen Milani, Cuit 23-28410566-4, de 31 años de edad, inscripta como monotributista en la categoría “B” (quienes declaran ingresos anuales hasta $24.000), fue contratada en marzo de 2011 en el Ministerio de Defensa, a partir de una excepción a las normas vigentes, pues no habría reunido los requisitos mínimos establecidos para el acceso a los distintos niveles del Sistema Nacional de Empelo Público (SINEP). Y la excepción luego se convirtió en regla, pues fue incorporada por 180 días a la planta permanente del Ministerio mediante Decreto 68/2013 del PEN.

 

Finalmente, María Julieta del Milagro Milani, CUIT 27-30133489-9, de 30 años de edad, integraría desde el año 2008 la sociedad “Arca Difusión S.A.”, y habría ingresado en el mismo acto que se aceptó la renuncia de la presidente del Directorio, Liliana Amalia Manzure, mujer que al frente del INCAA ha ido sumando denuncias en su contra por diversas irregularidades en el manejo de fondos públicos. Y al igual que su hermana Ana Verónica, también habría obtenido una contratación de excepción con el Ministerio de Defensa, por no reunir los requisitos mínimos para acceder al empleo público. Ello fue posible gracias a  la Decisión Administrativa nº 127/2011, de la Jefatura de Gabinete de Ministros del PEN, de fecha 31/03/11, publicada en el Boletín Oficial del 04-abr-2011    Número 32122, página 3.

 

                                               Con tales antecedentes, se torna imperioso entonces extender la investigación a los hijos del general Milani, pues podrían actuar como prestanombres de su padre.

 

Y también es necesario requerirle a la Oficina Anticorrupción que informe que medidas se adoptaron luego de las respuestas poco esclarecedoras del general Milani a sus requerimientos, ya que las omisiones y las inconsistencias de sus declaraciones juradas eran manifiestas.

 

Ya sea entonces por la reiterada vocación de “olvido”, y/o por las incongruencias presentes en los documentos analizados, se torna imprescindible iniciar una investigación penal, para confirmar o desmentir las hipótesis delictivas aquí planteadas.

 

Proveer de conformidad

SERA JUSTICIA